Generalidades
Qespiwanka (también conocida como Qespi Huanca o Quispiguanca) es una antigua hacienda real inca situada en el Valle Sagrado de los Incas, específicamente en el actual distrito de Urubamba, región de Cusco, Perú. Este lugar es reconocido como un importante sitio arqueológico que perteneció al emperador inca Huayna Cápac, quien gobernó entre finales del siglo XV y principios del XVI.
#UBICACIÓN
Qespiwanka se encuentra en la parte norte de la ciudad de Urubamba, a una altitud de aproximadamente 2,910 metros sobre el nivel del mar. Su ubicación en el fértil Valle Sagrado permitió a los incas aprovechar al máximo las tierras para actividades agrícolas y ceremoniales.
#HISTORIA
La hacienda de Qespiwanka fue una de las propiedades reales de Huayna Cápac. Estas haciendas no solo funcionaban como residencias de lujo, sino también como centros de producción agrícola y de poder político y económico. La elección de este lugar por Huayna Cápac estuvo motivada por el clima templado del valle y su cercanía a Cusco, la capital del Imperio Inca. El sitio se extendía por una vasta área e incluía terrazas agrícolas, canales de riego, áreas residenciales y probablemente estructuras ceremoniales. También se estima que miles de trabajadores y agricultores vivían en la hacienda, muchos de los cuales fueron trasladados de otras regiones del imperio (mitmaq).
#CARACTERÍSTICAS DEL SITIO
Los restos arqueológicos de Qespiwanka incluyen:
- Muros de piedra: Conservan la precisión y estética típicas de la arquitectura inca.
- Terrazas agrícolas: Utilizadas para el cultivo intensivo, principalmente de maíz y otros productos agrícolas de alto valor.
- Canales de riego: Parte del avanzado sistema hidráulico inca que permitía optimizar el uso del agua.
- Plaza central: Espacio abierto que probablemente fue utilizado para ceremonias o reuniones sociales.
#TURISMO Y CONSERVACIÓN
Hoy en día, Qespiwanka es un destino interesante para los visitantes del Valle Sagrado. Aunque no es tan conocido como otros sitios arqueológicos de la región, ofrece una visión única de la vida en las haciendas reales incas. Su conservación es fundamental para preservar la historia y el legado cultural de los incas.
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